Una planicie agrícola dedicada a la viña y contigua al mediterráneo, salpicada de masías, casas payesas y casas indianas, definen el valor paisajístico de Sant Pere de Ribes.

Una casa indiana que hace muchos años espera a sus moradores, que nos habla de adversidades económicas y sociales, y junto con otras tantas dejan una singular impronta arquitectónica dentro del paisaje urbano y rural del pueblo.

Una casa que a pesar de las muchas intervenciones sufridas a lo largo de los años, mantiene su esencia, marcada fundamentalmente por arcos de ladrillo y una envolvente de piedra que dan personalidad al espacio.

Una antigua bodega en planta baja, antiguamente rodeada de viñedos y hoy encajada entre dos patios trapezoidales. Una vivienda amplia y con asoleo directo en planta primera.

Encontrarla fue descubrir el espacio que nos estaba esperando para materializar un sueño. Y abrir paso a un tiempo de reflexiones, charlas, debates, discusiones, diseño.

Dejar que la atmósfera nos envuelva y añadir nuestra huella en la historia de este espacio que tantas uvas molió

Nos identificamos con los indianos de aquella época. Nos emocionamos con sus historias. Entendemos a las generaciones posteriores que regresaron a su tierra después de aventuras por las Antillas.

Pero en este último siglo la dinámica familiar, social y laboral ha experimentado algunos cambios. Y la intervención que hacemos quiere reinterpretar este espacio de trabajo y vivienda de principios del siglo XX, en un espacio de trabajo y vivienda de principios del siglo XXI.

En planta baja, el antiguo espacio de producción y venta de vino se convertirá en producción y venta de arte y arquitectura.

En planta primera, la antigua vivienda para una gran familia se convertirá en dos apartamentos para una pareja y sus huéspedes llegados de distintas localizaciones geográficas.

Nos encanta hacer arquitectura de nueva planta, pero cuando encontramos Racó, nos pareció bien convertirnos en una especie de mediadores entre pasado y futuro, antes que violentar la magia de este pueblo. Aquí todo será anterior y todo será nuevo.

Establecer nuestro mundo, para seguir andando el camino: Echar raíces y elevar la mente.